Informe ejecutivo. Prevención del consumo de sustancias y de la transmisión del VIH a través de SBIRT en espacios comunitarios.



Informe ejecutivo
Prevención del consumo de sustancias y de la transmisión del VIH a través de SBIRT en espacios comunitarios.

¿En qué consiste el proyecto?

El programa piloto,
desarrollado por FELGTB
con la colaboración de las
Universidades de Valencia y
Murcia, fue subvencionado
por el Plan Nacional sobre
Drogas.

Su fin fue testar la
adecuación del empleo de
un protocolo clínico de
cribado, intervención breve
y derivación a tratamiento
(SBIRT) para reducir el
consumo de drogas en un
contexto comunitario


Durante el primer trimestre de 2015 se reclutó a 30 hombres gais y bisexuales consumidores de drogas y/o alcohol a los que se pasó el test de cribado ASSIST con el fin de explorar sus patrones de consumo de sustancias, los problemas relacionados con el consumo y los intentos por dejarlo o reducirlo, entre otros indicadores. Las puntuaciones obtenidas por cada participante muestran el riesgo para la salud (bajo-moderado-alto) que tiene su consumo actual de cada sustancia. Además de ASSIST se pasaron otros 3 cuestionarios relacionados con el consumo de drogas y con el comportamiento sexual. La mitad de los participantes tenían entre 18 y 30 años y el resto entre 30 y 49 años. A excepción de tres hombres, todos eran de nacionalidad española y la mitad tienen estudios universitarios o superiores.

El fenómeno del chemsex

El chemsex implica el uso
de drogas durante las
relaciones sexuales, y
generalmente en el
contexto de sexo en grupo
con muchos participantes.

Las sustancias más
asociadas al chemsex son
cristal (metanfetamina),
mefedrona y GHB (extasis
líquido).



Con 15 de los participantes (que reciben la consideración de caso) se realizó una entrevista motivacional en la que tuvo lugar una devolución del resultado del test de cribado y se analizaron distintos facilitadores y barreras para la reducción del consumo de sustancias. A continuación, se identificaron recursos para la derivación a tratamiento. Con los otros 15 participantes (considerados control) se realizó la misma devolución y se informó sobre centros para el tratamiento, pero en vez de entrevista motivacional, recibieron materiales de promoción de la salud.


Principales resultados

A través del empleo de los distintos cuestionarios (ASSIST, DAST, AUDIT y versión reducida de EMIS) se obtuvieron los siguientes resultados:


• En el contexto de fiestas de sexo, las sustancias más consumidas fueron GHB, poppers y mefedrona.
• Para todas las sustancias analizadas, el riesgo para la salud derivado del consumo de la media de los participantes fue moderado. Sin embargo, para cada sustancia, a excepción de los alucinógenos (LSD, ketamina, ácidos…) y opiáceos (heroína, codeína, metadona), se identificó al menos a un participante con un riesgo alto.
• Un pequeño porcentaje de los participantes ha consumido en alguna ocasión algunas de estas sustancias por vía inyectada (slamming).
• De acuerdo a la percepción de los participantes su consumo actual, a excepción del alcohol y en menor medida los poppers, no resultaba problemático.
• Un 70% de los participantes consume simultáneamente más de una droga. El 50%
manifiesta haber sufrido alguna vez una pérdida de conocimiento o de memoria como consecuencia del consumo de estupefacientes.
• Un 40% indicaron realizar 5 o más consumiciones de bebidas alcohólicas en un día normal de consumo. Un 37,9% consumen 5 o más bebidas alcohólicas semanalmente y 3,4% diariamente.
• El 36% de participantes en el estudio indicaron haber tomado cannabis en las últimas 24 horas.
• El 28% de participantes ha consumido mefedrona en el último mes; y de ellos, la mitad lo ha hecho en los últimos siete días. En el caso del GHB, el índice de quienes consumieron en los últimos siete días es del 28%.
• Un 90% considera que son capaces de dejar de consumir si se lo proponen.
• La totalidad de las personas con puntuación de riesgo alto en alguna sustancia habían intentado dejar de consumirlas en los últimos 3 meses sin conseguirlo. En el caso del GHB y la mefedrona, de los 5 participantes con puntuación de riesgo moderado sólo 2 de los 4 que lo habían intentado, consiguieron reducir el consumo.
El seguimiento a los tres meses mostró que se había producido un descenso del consumo en todas las sustancias analizadas a excepción del tabaco y el cannabis. Los 15 participantes que recibieron la intervención breve manifestaron sorpresa y preocupación por sus puntuaciones en ASSIST, pasando a un estado en que se toma conciencia de los riesgos que entraña para la salud el consumo de sustancias.

Los resultados preliminares muestran que SBIRT supone un efecto posiGvo en la reducción del consumo de sustancias. Sin embargo, es necesario adaptar ASSIST al fenómeno del chemsex, porque quienes podrían idenGficarse con este perfil manifestaron baja preocupación, por consumir sólo durante las relaciones sexuales, y porque no se puede realizar una devolución sobre el riesgo del consumo de GHB o mefedrona sobre la salud a corto y medio plazo.

Principales recomendaciones

• Poner en marcha servicios sanitarios de calidad y culturalmente adaptados a las necesidades de los hombres gais y bisexuales y de sus patrones de consumo para el tratamiento de las adicciones.
•Desarrollar investigaciones cualitativas que contribuyan al conocimiento del chemsex.
• Realizar estudios de comportamientos que muestren la extensión del fenómeno en España. 
• Continuar evaluando la utilidad de SBIRT con otras personas LGTB: HSH mayores de 50 años y de origen inmigrante, mujeres trans y trabajadores/as del sexo.


Citación sugerida
González E, Martín-Pérez A, Ribeiro B, Vidal A, Rebollo J. Prevención del consumo de
sustancias y del VIH en HSH utilizando SBIRT en entornos no clínicos. FELGTB; Madrid. Sep. 2015.

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