lunes, 9 de octubre de 2017

Trabajar sin máscaras, trabajar sin barreras

La celebración del Día Mundial de la Salud Mental, el 10 de octubre, es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental, que se celebra en más de 100 países. El lema de este año: “Trabajar sin máscaras, trabajar sin barreras” visibiliza la situación real de empleabilidad de las personas con enfermedad mental y la necesidad de luchar contra el estigma y a favor de la verdadera integración en la comunidad.

Desde 1996, los trastornos mentales emergen con fuerza, lo que supone el 15% de la carga global de enfermedad en las sociedades desarrolladas (Organización Mundial de la Salud, OMS). La salud mental comunitaria surge como un nuevo modelo asistencial, organizativo y teórico tras la reforma psiquiátrica e integra individuos y comunidad a lo biológico, lo psicológico y lo social, dentro de un mismo paradigma científico, que gira en torno a los cuidados y a los ciudadanos, conllevando un cambio de actitud tanto en los profesionales, como en la población general.

Uno de los principios básicos de la salud mental comunitaria es la atención a los aspectos de calidad de vida de las personas enfermas y sus familias, sus derechos y el fomento de su autonomía, objetivos de la rehabilitación psicosocial. Prevenir la marginación, la institucionalización y potenciar la integración de las personas con trastorno mental severo (TMS), apoyando el desempeño de roles sociales normalizados, son objetivos de esta estrategia asistencial.

Situados en este contexto de desarrollo de lo comunitario, surgen nuevas exigencias en las relaciones con la salud mental, y una preocupación creciente en relación con el estigma o la discriminación de las personas con enfermedad mental y sus familias. 


Considerando el estigma desde una concepción psicosocial, se puede analizar desde tres perspectivas:
Una primera visión del concepto hace referencia a las creencias sociales negativas hacia un grupo de personas, como pueden ser las personas con enfermedad mental y especialmente hacia las personas con enfermedad mental grave.
Una segunda perspectiva habla de las actitudes y opiniones personales (podemos llamarlo estigma emocional), según la influencia de la sociedad y la cultura en el pensamiento individual
Y, finalmente, la más evidente, el estigma social, que hace difícil la integración plena de las personas con enfermedad mental, a través de la exclusión social. 

Ya la OMS en la Declaración Europea de Salud Mental (Declaración de Helsinki, 2005), establece, como prioridad, la eliminación del estigma, la discriminación y la exclusión social, a través de la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas, capacitando a las personas con enfermedad mental para su plena participación en la sociedad en condiciones de igualdad.

En nuestro contexto más inmediato, uno de los objetivos principales del Plan Estratégico de Salud Mental de la Comunidad de Madrid vigente es la lucha contra el estigma. En este Plan, se considera estigma público las actitudes y sentimientos que expresan rechazo hacia las personas con enfermedad mental y sus familias, el auto-estigma, cuando las propias personas enfermas o sus familias hacen suyo este rechazo, y estigma institucional cuando ese rechazo es incorporado a las políticas y la cultura de las organizaciones, como en el empleo, la educación y la sanidad.

La Consejería de Sanidad y la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid están trabajando conjuntamente con asociaciones y familiares, para, entre todos, erradicar esta imagen negativa que se tiene de las personas con enfermedad mental. Para ello  han constituido la Mesa Institucional de Lucha contra el Estigma y elaborado una Declaración de Madrid contra el estigma y discriminación de las personas con enfermedad mental.

Establece un DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS para profesionales “CUIDAR SIN MIEDO”:

1-Actitud de apertura /creer. Actitud comprensiva y tolerante en la relación terapéutica.
2-Saludar y presentarnos. Iniciar un acercamiento que proporcione seguridad y confianza.
3-Escuchar. Demostrar entendimiento e interés.
4-Respetar.Evitar apelativos peyorativos y etiquetas negativas.
5-Empatizar. Reconocer, comprender y aceptar al otro.
6-Dialogar/informar.
7-Ayudar.Normalizar la vida de las personas con enfermedad mental.
8-Coordinar. Utilizar los recursos sanitarios y sociales para una atención integral.
9-Integrar. Lograr la equidad asistencial. Eliminar prejuicios y creencias erróneas respecto de la enfermedad mental.
10- Permanecer. Estar presente, acompañar.



Ana Navea Martín. Psicóloga y enfermera especialista en salud mental



  • Anteriormente denominada FEAFES es una organización sin ánimo de lucro.
  • Integra 19 federaciones autonómicas y más de 300 asociaciones.
  • Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y sus familias, defender sus derechos y tejer movimiento asociativo.
  • Busca una atención individualizada de cada persona y familia en al ámbito comunitario, la igualdad de oportunidades y la promoción de la salud mental de la población.


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